El motosharing se ha consolidado como una alternativa sostenible y eficiente al coche convencional, y no es para menos. En un contexto en el que la movilidad sostenible se posiciona como una prioridad global, las motos compartidas destacan por su capacidad para reducir el impacto ambiental, disminuir el consumo de energía y ofrecer una solución económica a la movilidad urbana.
1. Reducción de Emisiones de CO2
El coche convencional emite, en promedio, 120 gramos de CO2 por kilómetro recorrido. En comparación, las motocicletas eléctricas utilizadas en los servicios de motosharing son 100% libres de emisiones directas. Esto supone una reducción drástica de la huella de carbono en los desplazamientos urbanos. Por ejemplo, si una persona recorre 10 kilómetros al día utilizando una moto compartida en lugar de un coche, se evitará la emisión de más de 400 kilogramos de CO2 al año.
2. Ahorro Energético
El consumo energético de una motocicleta eléctrica es significativamente menor que el de un coche. Mientras que un coche promedio consume 15-20 kWh por cada 100 kilómetros, una moto eléctrica requiere apenas 4-5 kWh para recorrer la misma distancia. Este ahorro energético no solo beneficia al usuario, sino también contribuye a una reducción en la demanda de energía de fuentes no renovables.
3. Economía en los Desplazamientos
El motosharing también brilla por ser una opción económica. Mientras que el coste de mantenimiento, combustible y seguro de un coche puede superar los 2.500 € anuales, las motos compartidas eliminan estos gastos. En muchas ciudades, el uso promedio de motosharing tiene un coste de 0,25-0,30 € por minuto, lo que lo convierte en una opción mucho más accesible para trayectos cortos y medios.
4. Menor Congestión y Mayor Agilidad
El uso de motocicletas compartidas también contribuye a una disminución en los niveles de congestión vial. Las motos requieren menos espacio en las carreteras y son más ágiles en el tráfico, reduciendo los tiempos de desplazamiento. En ciudades donde el tiempo promedio en atascos supera los 40 minutos diarios, cambiar a una moto compartida puede ahorrar hasta un 50% de ese tiempo.
Conclusión
Optar por el motosharing no solo es una elección inteligente para el bolsillo, sino también para el planeta. Con menos emisiones de CO2, un menor consumo de energía y costes más bajos, las motocicletas compartidas son una herramienta clave para construir ciudades más sostenibles y habitables. En Ekiwi Movilidad te invitamos a formar parte del cambio y a explorar las ventajas del motosharing en tu día a día. ¡El futuro de la movilidad está en tus manos!